Sacar partido a la disrupción
Tecnología y geografía: ¿rivalidad, fragmentación y desglobalización?
Aunque la pandemia de la Covid19 puso de manifiesto la vulnerabilidad potencial de las cadenas de suministro mundiales, muchas empresas ya estaban evaluando su dependencia de determinados países y regiones, incluso antes de que se produjera esta crisis sin precedentes. De hecho, las crecientes tensiones comerciales entre EE.UU. y China, la pandemia y las numerosas guerras han provocado cambios significativos en los patrones comerciales; una tendencia que, probablemente, continuará, ya que la incertidumbre geopolítica (uno de los varios factores clave) seguirá, al menos, en el corto plazo. Por ello, cada vez se habla más de nearshoring, reshoring y China +1.
Otro factor clave, vinculado intrínsecamente a cuestiones geopolíticas, ha sido la creciente rivalidad entre EE.UU. y China en el sector tecnológico. Aunque esta rivalidad se refleja sobre todo en los conflictos relacionados con la producción de semiconductores, también estamos asistiendo a una intensa competencia en el desarrollo de software, por ejemplo aprovechando los recientes avances en inteligencia artificial (IA), y en el liderazgo a la hora de establecer normativas mundiales. De hecho, dado que las compañías tecnológicas se encuentran entre las más expuestas potencialmente a alteraciones de suministro repentinas e inesperadas, el sector está preparado para un reajuste sustancial, dado que las compañías buscan protegerse de una excesiva dependencia de las situaciones de crisis, mientras los gobiernos compiten por defender sus intereses internos. Todo ello dará lugar, en nuestra opinión, a la aparición de “hemisferios tecnológicos” rivales, en los que surgirá una lucha entre las grandes potencias para atraer hacia sus respectivas órbitas a los miembros emergentes del Sur Global.
Aunque el impacto de estos cambios se dejará sentir sobre todo en EE.UU. y China, sus efectos tendrán, por supuesto, implicaciones para la economía mundial. El desarrollo y la fabricación de semiconductores son vitales para algunos de los mercados más interesantes y de más rápido crecimiento (la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos, por ejemplo), al tiempo que son fundamentales para apoyar los intereses de seguridad nacional.
Si bien el impacto de estos cambios se notará sobre todo en EE.UU. y China, sus efectos tendrán, por supuesto, implicaciones para la economía global. El desarrollo y la producción de semiconductores son esenciales para algunos de los mercados más prometedores y de mayor crecimiento (la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos, por ejemplo), además de ser claves para la seguridad nacional.
Mientras tanto, el sector tecnológico de Taiwán, en particular su industria de semiconductores, se ha convertido en un foco de interés importante en la rivalidad cada vez mayor entre EE.UU. y China. Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC) lidera la producción de muchos tipos de chips imprescindibles tanto para usos comerciales como de otro tipo; como resultado, Taiwán se encuentra en el centro de una rivalidad cada vez más tensa.
Los inversores y otros actores del mercado estarán muy atentos a estos cambios geográficos de la tecnología.
EE.UU., la potencia dominante
Como muestran los dos gráficos siguientes, EE.UU. cuenta con la mayor demanda global de semiconductores, mientras que actualmente posee una capacidad de producción más limitada que sus competidores y homólogos.
Gráfico 1: Demanda de semiconductores
* Los datos de 2022 para el mercado chino están incompletos, por lo que el porcentaje de cuota de mercado se basa en 2021.
Fuente: AllianzGI, Nov 2023
Gráfico 2: Capacidad de producción de wafers, por ubicación de fábrica y tipo de chip, 2020, en %
Fuente: CRS, adaptado de SEMI, World Fab Forecast, noviembre de 2020.
La aprobación de la Ley de Ciencia y Chips en 2022, diseñada para impulsar el desarrollo y la fabricación de semiconductores en EE.UU. mediante subvenciones, créditos fiscales y ayuda a la investigación, marcó un antes y un después en el actual proceso de reajuste. De hecho, en los periodos anteriores y posteriores a la aprobación de esta ley se anunciaron numerosas inversiones significativas en este sector en EE.UU.
Gráfico 3: La Ley Chips en acción
Fuente: AllianzGI, noviembre de 2023
Por aquel entonces, el Departamento de Comercio estadounidense también introdujo medidas de control de las exportaciones de chips avanzados de inteligencia artificial, que recientemente se han reforzado.
Sin embargo, a pesar de este enfoque y de la sólida retórica, EE.UU. se encuentra en una situación complicada: algunas empresas estadounidenses clave, como NVIDIA y Texas Instruments, obtienen más del 20% de sus ingresos de China, y el mercado chino sigue siendo un importante motor de crecimiento para muchas compañías estadounidenses de este sector. De hecho, si se restringen las ventas a China, se acelerará la sustitución de componentes estadounidenses por productos chinos, lo que perjudicará a algunas empresas estadounidenses y favorecerá los intereses estratégicos de China. Además, muchos consideran que el sesgo del Gobierno Federal de EE.UU. en contra de las “grandes tecnológicas” (actualmente hay en curso casos anticompetencia contra varios de los “Siete Magníficos”) tampoco ayuda.
Aparte de los semiconductores y el hardware, la batalla por el dominio de la tecnología se libra también en otros ámbitos. Las compañías tecnológicas chinas atraen a los consumidores occidentales con productos como TikTok y Temu, mientras que las empresas chinas de vehículos eléctricos buscan con determinación hacerse con una cuota de mercado en Europa y EE.UU. De hecho, aunque los semiconductores son el principal motor del actual reajuste, la rivalidad se extenderá a todo el sector tecnológico y más allá.
A pesar de la creciente competencia de China y otros países, EE.UU. sigue siendo líder en muchos sectores clave; su hegemonía en este sentido no debe subestimarse y no podrá ser desplazado durante algún tiempo.
China, el desafío
En China, los deseos de alcanzar la autosuficiencia no son nada nuevo, pero a menudo se han visto como un eslogan vacío. Esperar que las empresas chinas favorezcan los componentes nacionales cuando tienen pocos incentivos para hacerlo, financieros o de otro tipo, no es realista cuando se enfrentan a las mismas presiones competitivas que sus homólogas extranjeras. Sin embargo, debido a consideraciones nacionales, como las medidas de EE.UU. para restringir el acceso a su propia producción, el panorama ha cambiado y ahora vemos grandes esfuerzos por avanzar hacia la autosuficiencia en varias áreas.
Estos cambios brindan a los fabricantes chinos de componentes la oportunidad de penetrar en el mercado nacional de gama media y alta y, de paso, desarrollar sus productos y su experiencia. Un gran ejemplo de este tipo de innovación acelerada procede de un conocido gigante tecnológico nacional; la empresa ha lanzado recientemente un smartphone 5G con un alto índice de localización (incluso cuenta con un procesador móvil 5G que supuestamente no se puede fabricar con las últimas limitaciones tecnológicas estadounidenses).
De hecho, aunque se admite que China sigue por detrás de algunos de sus homólogos extranjeros, recientemente hemos observado notables mejoras en la competitividad de los equipos semiconductores producidos en el país, y algunos fabricantes incluso han ganado tracción con clientes extranjeros. Es más, los últimos datos de aduanas sugieren que China ha acelerado la importación de equipos de fabricación de wafers (placa fina de un material semiconductor) en los últimos meses.
Gráfico 4: Balanza comercial de equipos de producción de semiconductores
Fuente: UBS, mayo de 2023
Gráfico 5: Importaciones chinas para la fabricación de wafers
Fuente: UBS, mayo de 2023
Y tampoco es ningún secreto que China está trabajando a toda velocidad para desarrollar sus propios equipos de litografia ultravioleta profunda (DUV) (actualmente depende de las importaciones de los Países Bajos). Un estudio reciente realizado por UBS entre 75 encuestados de la industria china de semiconductores aporta más datos sobre la localización. Los resultados mostraron un aumento de la tasa media de localización en las líneas de producción existentes (y en expansión).
Gráfico 6: Índices de localización de la producción de semiconductores
* Compañías que fabrican, pero no diseñan (Foundry).
** Productores integrados: compañías que diseñan y fabrican (Integral Device Manufacturers - IDM)
Fuente: UBS, mayo de 2023
Gráfico 7: Índices de localización de la producción de semiconductores
Fuente: UBS, mayo de 2023
La mayoría de los encuestados también prevén que la tasa de localización de equipos de fabricación de wafers en China siga aumentando en los próximos uno o dos años. De hecho, creemos que este aumento de la capacidad de fabricación nacional puede prolongarse hasta los próximos cinco o diez años. Otro de los sectores en los que China está realizando un gran esfuerzo de localización es el de software. A ello contribuye Xinchuang, el concepto que hace referencia a la localización gubernamental, con el objetivo de lograr un autocontrol general de la seguridad de los sistemas y promover empresas nacionales de IT técnicamente competitivas.
Hace tiempo que se está llevando a cabo la localización y ahora nos encontramos con que la penetración en el mercado del software general, como las aplicaciones de oficina, ERP1 , y el software específico de la industria menos complicado, como MES2 y DCS3 , han alcanzado una tasa de localización relativamente alta. Además, se realizarán más esfuerzos para cerrar la brecha tecnológica que separa a los programas más complejos y específicos del sector.
Gráfico 8: Cuota de mercado de determinados sectores de software
Fuente: Gartner; Huanon; CCID; estimaciones y análisis de Bernstein.
La cuota de mercado nacional se ha calculado tomando como referencia datos de Glodon.
El resto del mundo: ¿Quo vadis?
Aunque Europa ofrece algunas perspectivas atractivas, impulsadas por la aprobación de su propia “Ley del chip”, el centro tecnológico clave fuera de EE.UU. y China es Taiwán, sobre todo en lo que respecta a la producción de semiconductores. Además de la gran importancia de los chips TSCM, los fabricantes estadounidenses han empezado a trasladar parte de su cadena de suministro de China a Taiwán y otros países del sudeste asiático, como Malasia, Vietnam, Tailandia e India.
Impulsada por los avances tecnológicos y los cambios geopolíticos, la economía mundial está atravesando un periodo de reajuste, y creemos que los sectores tecnológicos y otros sectores afines serán probablemente los más afectados por los cambios en las cadenas de suministro. Con dos líderes tecnológicos principales y muchas economías emergentes, inevitablemente habrá una fuerte competencia para comerciar con estas futuras potencias del Sur Global. Como el mundo empezará a mirar cada vez más en dos direcciones en busca de sus líderes tecnológicos, los inversores deberían hacer lo mismo; tanto la calidad como el crecimiento se encontrarán en ambos continentes en un futuro previsible y la composición de las carteras debería seguir reflejándolo.