Resumen
La disrupción siempre ha existido, pero estamos avanzando hacia una nueva era digital en la que “solo sobrevivirán los más fuertes“. Hemos identificado temas clave, desde tecnología del clima hasta inteligencia artificial, que están impulsando grandes cambios lo cual hace que la disrupción sea un factor crítico que los inversores deben integrar en sus carteras.
Aspectos clave
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Es el momento de reformular lo que pensábamos que sabíamos sobre la disrupción. En un primer momento, se asociaba principalmente con el sector de la tecnología, en concreto, las nuevas plataformas que estaban haciendo temblar los medios tradicionales de transporte, los alquileres y la entrega de comida a domicilio, entre otras áreas. Sin embargo, en la actualidad los avances en hardware y software —y la ingente proliferación de los datos— están impulsando una transformación en más sectores y ámbitos de nuestras vidas que nunca antes, a un ritmo exponencial.
Esta evolución se está traduciendo en una especie de “darwinismo digital“, un fenómeno global que barrerá algunas empresas y permitirá a otras obtener una cuota de mercado dominante, y que podría incluso afectar al orden geopolítico mundial. Al igual que el proceso evolutivo al que debe su nombre, el darwinismo digital es un giro “a escala celular” y está cambiando el mundo en que vivimos, pero hay buenas noticias para los inversores: no solo pueden sacar partido de oportunidades de inversión para conseguir crecimiento y rentabilidad financiera, sino que también pueden contribuir a generar otros resultados positivos para la sociedad o el medioambiente.
Tres temas clave de inversión para la nueva disrupción
1. Clima y tecnología
En mayo de 2021, el enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry, afirmó que la mitad de la reducción necesaria para lograr la neutralidad en emisiones “vendrá de tecnologías que aún no tenemos“. Los avances en el ámbito de la “tecnología del clima“ —desde mercados dotados de inteligencia artificial para compensar emisiones de carbono hasta infraestructuras de transmisión de energía mejoradas— pueden contribuir a reducir el impacto del calentamiento global.
Según PwC, en el año transcurrido hasta junio de 2021, se invirtieron 87.500 millones de dólares en empresas que combaten la crisis climática, lo cual contrasta con los 24.800 millones de dólares del año anterior1 . Desde 2013, más del 60% de toda la financiación de “venture capital” se ha destinado a tecnologías relacionadas con la movilidad y el transporte, un ámbito que incluye los vehículos eléctricos (véase el gráfico). También parece haber una desconexión entre el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que producen determinados sectores y la financiación que reciben. Por ejemplo, solo el 9% de la financiación se destinó a manufacturas durante el mismo periodo, a pesar de que supusieron el 29% de las emisiones de GEI. Esto podría brindar a los inversores una excelente oportunidad para financiar nuevas tecnologías centradas en el clima.
Puede que numerosas tecnologías que reducen las emisiones no reciban financiación suficiente
Proporción de emisiones globales e inversión de “venture capital” en tecnología del clima por tipo de actividad
Fuente: PwC “State of Climate Tech“ 2021.
2. Datos y conectividad
Dado que buena parte de la población mundial está conectada digitalmente, las innovaciones disruptivas pueden extenderse por todo el planeta a velocidad de vértigo. Debemos tener en cuenta que más del 60% de la población del mundo está conectada a Internet2. Toda esta conectividad está generando 2,5 trillones de bytes de datos al día3 . Es más, el Internet de las cosas (IoT)4 creció un 9% en 2021, alcanzando los 12.300 millones de conexiones5. Además, la tecnología “6G“, en la que China se encuentra actualmente a la cabeza, podría ser 100 veces más potente que la 5G. Esta evolución podría ir mucho más allá de los “hogares inteligentes“, a las “ciudades inteligentes“, y contribuir a abordar dificultades económicas, sociales y medioambientales significativas.
Entonces, ¿a qué llevan todas estas infraestructuras y los datos que transmiten? La siguiente fase de Internet, que algunos denominan “metaverso“, podría acercar los mundos virtual y online. ¿Cuántos estudiantes no preferirían “caminar“ por un antiguo pueblo romano a simplemente leer sobre él y quién no querría “visitar“ una cocina remodelada antes de que empezaran las obras? El metaverso podría traducirse en nuevos flujos de ingresos para las empresas posicionadas adecuadamente, en concreto, aquellas vinculadas con ámbitos como las compras, la educación, el ocio y los sistemas de pagos electrónicos.
3. El hombre y la máquina
A lo largo de la historia, se han producido grandes saltos evolutivos que han impulsado la vida hacia delante —la “disrupción biológica“ original—. Puede que nos estemos aproximando a un momento similar en la actualidad. Algunos analistas estiman que, para 2045, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial podrían dar paso a la “singularidad“, el momento en que las máquinas serán más inteligentes que los humanos7. Sin embargo, incluso si ese momento no llega nunca, las nuevas tecnologías supondrán un profundo impacto en la calidad y la duración de la vida.
Analicemos cómo la ciencia parece estar siguiendo su propia “ley de Moore“, con unas nuevas tecnologías que se están implementando a una velocidad cada vez mayor, mientras que su coste desciende de manera sostenida. El campo de la genómica8, que crece rápidamente, ofrece la perspectiva de que se puedan identificar y tratar enfermedades genéticas en etapas previas, y ha permitido el rápido despliegue de nuevas soluciones para la crisis de la COVID-19. Por su parte, en el ámbito de la nanotecnología9 , los científicos han desarrollado una “prótesis de retina líquida“ inyectable, que algún día podrá ayudar a las personas invidentes a ver de nuevo10.
Preparémonos para el “darwinismo digital“
Al igual que Charles Darwin y otros naturalistas expusieron una teoría de la evolución fundada en la “ley del más fuerte“, estamos asistiendo a un entorno competitivo redefinido por la capacidad de empresas concretas a adaptarse y prosperar. Sin embargo, las implicaciones de que “el ganador se lo lleva todo“ en esta carrera hacia la supremacía tecnológica —y la influencia que ello trae consigo— tienen una proyección más amplia. Podría afirmarse que esa carrera se encuentra en el centro de las tensiones geopolíticas, por ejemplo, entre Estados Unidos y China, quizá incluso más que las cuestiones relacionadas con el comercio, pues el control de los datos brinda poder. Además, ante la necesidad de proteger a las empresas digitalizadas, contar con una ciberseguridad robusta se convierte en una obligación. El coste de los ciberdelitos a escala global podría alcanzar los 10,5 billones de dólares en 2025, frente a los 3 billones de dólares de 201511,lo cual hace que se trate de un sector de rápido crecimiento por sí mismo: se calcula que el gasto mundial en ciberseguridad superará los 1,75 billones de dólares de 2021 a 202512.
Dos conclusiones para los inversores
1. Repensar cómo se elaboran las carteras
En este entorno de bajas rentabilidades, en que se valora especialmente el potencial de crecimiento y obtención de rentas, es importante adoptar un enfoque diferente hacia la construcción de las carteras, uno que pueda aprovechar las oportunidades disruptivas. Puede que, además de los fondos más tradicionales para la parte “core”, los inversores deban plantearse estos ámbitos:
- La inversión temática puede ayudar a los inversores a aprovechar las oportunidades que surgen de esta ola de disrupción. Los fondos temáticos —como los que se centran en una “vida sana“ o en “ciudades inteligentes“— pueden brindar una ventana hacia oportunidades futuras, un nuevo prisma además de las maneras tradicionales de clasificar las inversiones por sector o región.
- La sostenibilidad en todas sus formas es un aspecto esencial para los inversores, en especial, la necesidad de luchar contra el cambio climático, una de las fuerzas disruptivas más peligrosas del mundo. Afortunadamente, los inversores pueden incluir en sus carteras inversiones que contribuyan a mitigar esta amenaza. Los bonos “verdes“ y “azules“ pueden financiar proyectos relacionados concretamente con el cambio climático y la conservación de los océanos. La sostenibilidad trasciende el clima y ya incide en todos los ámbitos de nuestras vidas. Las inversiones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU pueden contribuir a aunar países, organizaciones, empresas y personas físicas de todo el mundo en favor de la protección del planeta, el fin de la pobreza y la mejora de las condiciones de vida a escala mundial. La disrupción y la sostenibilidad van de la mano desde el punto de vista de la inversión. A la hora de tratar de identificar a los ganadores de esta era de disrupción, es más importante que nunca emplear factores de sostenibilidad para valorar las verdaderas raíces de la resiliencia, el éxito y la longevidad de las empresas en que invertimos.
2. Aprovechar la capacidad de la tecnología disruptiva en el proceso de inversión
Para aprovechar íntegramente la “nueva“ disrupción, los inversores deben incorporar nuevas tecnologías, posiblemente disruptivas, en su proceso de inversión.
Se deben tener en cuenta todos los factores que intervienen en la creación de soluciones de inversión a largo plazo —crecimiento o valor, fundamental o cuantitativo—. Los gestores deben evaluar los modelos de negocio y las valoraciones, analizar los factores de sostenibilidad y evaluar a los equipos directivos, el gobierno corporativo y la cultura de las organizaciones. La capacidad de aprovechar la explosión de datos disponibles sobre empresas y tendencias —de múltiples fuentes de todo el mundo en tiempo real— es crítica, al igual que la capacidad de analizarlos debidamente y centrarse en los que son relevantes.
En Allianz Global Investors, no dejamos de desarrollar herramientas para respaldar a nuestros gestores en su búsqueda de alfa —incluida alfa financiera y “vinculada a objetivos concretos“—, respondiendo al mismo tiempo con agilidad al dinamismo del mercado. En nuestros procesos de inversión, empleamos más datos que nunca y usamos la inteligencia artificial y el procesamiento de lenguaje natural en múltiples idiomas para tener acceso a la información más reciente de la manera más rápida posible.
Puede que la disrupción sea intrínsecamente perturbadora, pero estamos convencidos de que es algo que debemos adoptar por las oportunidades que plantea y la ingente y urgente necesidad de convertir sus efectos negativos en ventajas.
Cómo un grano de arroz puede ilustrar el crecimiento exponencial
Recordemos la fábula del folclore indio sobre el origen del ajedrez. Fascinado con este nuevo juego, el rey le preguntó a su inventor qué quería a cambio; el inventor pidió un grano de arroz por la primera casilla del tablero, dos por la segunda, cuatro para la tercera y así sucesivamente, doblándose la cantidad para cada casilla. El rey estuvo de acuerdo con esta petición, aparentemente moderada, pero por la casilla número 64, debía 18 trillones de granos de arroz, suficiente para cubrir India con una capa de arroz de un metro de profundidad.
1. Fuente: informe “State of Climate Tech 2021“ de PwC, diciembre de 2021
2. Fuente: DataReportal: “Digital around the world – global digital insights”, octubre de 2021.
3. Fuente: SeedScientific.com: “How much data is created every day?”, 2018.
4. IoT: Internet de las cosas: el mundo hiperconectado en que los objetos físicos cuentan con sensores integrados y se pueden conectar y controlar.
5. Fuente: FirstPoint: “Top 4 challenges in IoT data collection and management”, octubre de 2021
6. Fuente: CloudNine.com: “Perspective on the amount of data contained in 1 gigabyte”
7. Fuente: Futurism.com “Kurzweil claims that the singularity will happen by 2045”, Februar 2017
8. Genómica: el mapeo y la potencial edición de genomas, el conjunto completo de instrucciones genéticas de un organismo.
9. Nanotecnología: la manipulación de materia a escala molecular; un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro.
10. Fuente: DigitalTrends: “Nanotech injection successfully restores vision in blind rats”, julio de 2020.
11. Fuente: Cybersecurity Ventures: “Cybercrime to cost the world $10.5 trillion annually by 2025”, noviembre de 2020.
12. Fuente: EINNews.com: “Global cybersecurity spending to exceed $1.75 trillion from 2021-2025”, septiembre de 2021.
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Ucrania: los inversores deben mantener la cautela
Resumen
Una vez comenzada la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, los inversores, que ya estaban vigilantes, deberían mostrarse más cautos si cabe en torno a los activos de riesgo. Si bien todavía se desconoce cómo evolucionará el conflicto, las repercusiones para los mercados serán amplias, pues el encarecimiento de la energía impulsará al alza una inflación ya elevada.
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