Ucrania: los inversores deben mantener la cautela
Resumen
Una vez comenzada la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, los inversores, que ya estaban vigilantes, deberían mostrarse más cautos si cabe en torno a los activos de riesgo. Si bien todavía se desconoce cómo evolucionará el conflicto, las repercusiones para los mercados serán amplias, pues el encarecimiento de la energía impulsará al alza una inflación ya elevada.
ASPECTOS CLAVE
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¿Qué ha sucedido?
Parece que las sanciones, más bien tímidas, de Occidente no han frenado al presidente ruso, Vladimir Putin. Puede que incluso lo hayan incentivado a dar el paso e iniciar un ataque a gran escala contra Ucrania, en el marco de la que ya parece la crisis de seguridad más importante de Europa desde la II Guerra Mundial. Las fuerzas rusas incluso han puesto rumbo a la capital, Kiev, altamente poblada.
Aunque Ucrania es un país grande con un ejército que llegó a ser uno de los 30 más poderosos del mundo, no debería haber dudas de que Rusia podría controlar rápidamente su espacio aéreo y destruir todas sus instalaciones militares clave en cuestión de días. La pregunta más importante es: ¿dónde detendrán su avance las fuerzas terrestres rusas y sus aliados? Una ofensiva rápida contra objetivos estratégicos clave sería la mejor situación desde el punto de vista de Rusia, pues Moscú difícilmente se puede permitir una ocupación duradera y bajas masivas entre sus filas.
Sin embargo, debemos ser muy conscientes —teniendo presente el discurso en televisión pronunciado por un furioso Putin— de que efectivamente puede darse la peor de las situaciones: que las fuerzas rusas entren en contacto directo con tropas de la OTAN. Una escalada así sin duda tendría repercusiones significativas para los mercados, por no hablar de los costes humanitarios, que podrían llegar a ser enormes.
¿Cuál ha sido la reacción de los mercados?
A primera hora del jueves, los futuros sobre el S&P caían con fuerza (-2,5%) y los futuros sobre el Euro Stoxx perdían más de un 4%, con el petróleo y el oro entre los refugios seguros clave a los que se han dirigido los inversores. Los futuros sobre los precios del gas también están subiendo. Es probable que a quienes más afecte esta circunstancia sea a las clases medias de la mayoría de los países europeos, con el consiguiente debilitamiento del crecimiento; por su parte, los posibles apagones podrían traducirse en una ralentización de la producción, pesando asimismo sobre el crecimiento. Naturalmente, esta evolución también implicaría mayores tasas de inflación a medida que el gas y la gasolina, así como los componentes químicos, sigan encareciéndose.
El BCE se verá en una situación complicada. Las cifras de inflación ya se encuentran en máximos, lo cual ya llevó a los mercados a especular sobre posibles subidas de los tipos de interés este año. No obstante, un incremento de los precios de las materias primas supone, en la práctica, un “impuesto” a la producción y el consumo que incidiría negativamente sobre el crecimiento. Así pues, aunque las tasas de inflación podrían seguir subiendo, el BCE podría adoptar una actitud más relajada por el momento. En suma, el encarecimiento de las materias primas implicará un crecimiento global más débil y es posible que Europa sea la región más afectada.
¿Qué implica esta situación para la asignación de activos?
Nuestro Comité de inversión fundamental en multiactivos ya había recomendado incrementar las asignaciones a refugios seguros como la deuda pública estadounidense y el oro. La reacción del mercado, más bien tenue, del miércoles nos desconcertó, por lo que creemos que una posición incluso más cauta en activos de riesgo sería adecuada por el momento. Mantenemos nuestro optimismo en cuanto a las materias primas, si bien la reacción del mercado podría llevar a cierto respaldo a un incremento de la producción por parte de la OPEP.
Es importante indicar que también estamos vigilantes ante cualquier posible disrupción en la liquidez de los mercados, en particular, en torno a valores rusos o vinculados a Rusia, pues se verán afectados —cada vez más— por las sanciones de la UE y Estados Unidos. La UE prohibirá la compra o la venta directa o indirecta de cualquier instrumento financiero emitido a partir del 9 de marzo, incluido, por el gobierno de Rusia, su banco central, organismos de su gobierno o cualquier persona que intervenga por cuenta de dichos entes. Esto significa que Rusia ya no puede emitir deuda nueva o refinanciar su deuda. Podrían darse salidas sustanciales de fondos de instrumentos rusos conexos y producirse un efecto dominó con repercusiones para instrumentos generalizados como los fondos cotizados y los derivados.
En resumidas cuentas, tras años de solidez para la renta variable y otros activos de riesgo, esta crisis podría animar a los partícipes del mercado a reducir sus posiciones en las próximas semanas. Por tanto, seguimos decantándonos por la cautela.
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Resumen
La canalización de los flujos de capital hacia proyectos con beneficios medioambientales medibles y efectos positivos tangibles en materia de transición energética representa un hito fundamental en el proceso de transformación de una economía mundial que todavía depende demasiado de recursos finitos, a una sociedad que hace uso de la energía sostenible y limpia. En este sentido, los bonos verdes son un canal importante para movilizar a los mercados hacia la transición ecológica, ya que los fondos obtenidos se destinan en exclusiva a proyectos que beneficien al medioambiente y que se centren en mitigar o adaptarse al cambio climático.