Sacar partido a la disrupción
Fragmentación en la “aldea global”: una nueva hoja de ruta para los inversores
Se está produciendo un reajuste global a medida que los países se adaptan a un nuevo orden geopolítico, configurado por factores como la tecnología, el cambio climático y el papel de China. Los inversores deberían tener como prioridad comprender los entresijos del delicado equilibrio de poder y plantearse cómo poder aprovechar las oportunidades.
Aspectos clave
- Estamos siendo testigos de una reconfiguración del orden mundial a medida que algunos países tratan de reducir su dependencia de otros, sobre todo de industrias y recursos estratégicos.
- El auge de China ha creado un escenario polifacético en el que las grandes potencias compiten por la supremacía en ámbitos como los semiconductores, los datos y la inteligencia artificial.
- Desafíos globales como el cambio climático requieren soluciones conjuntas, y se están forjando nuevas alianzas incluso cuando los países manifiestan una mayor autodeterminación.
- Además de comprender los acontecimientos y reaccionar ante ellos, los inversores tendrán que identificar las oportunidades de inversión que surgen a medida que se intensifica la competencia geoeconómica.
Actualmente se está produciendo un reajuste mundial que, en nuestra opinión, tiene importantes implicaciones para los inversores. La visión generalizada es que la globalización atraviesa un momento de retroceso por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial1, y es cierto que estamos viviendo una fragmentación de la “aldea global”. Por lo general, el referéndum del Brexit en Reino Unido en 2016 y el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos representan el punto de inflexión de una oleada de oposición a la globalización, que hasta ahora era la principal tendencia mundial. Algunos países han tomado medidas para reducir su dependencia de otros, sobre todo en lo que respecta a industrias y recursos estratégicos. La guerra de Ucrania puso de manifiesto la existencia de una dependencia hasta entonces subestimada que ahora los países se disponen a abordar.
En busca de la hegemonía tecnológica
¿Cuál es la característica de este nuevo entorno? A escala mundial, vemos cómo las agendas geopolíticas y económicas se alinean en torno a nuevos “ejes”, es decir, temáticas que están destinadas a trazar el rumbo de esta era. La tecnología es un buen ejemplo. El auge de la inteligencia artificial (IA) (más recientemente manifestada por chatbots como ChatGPT) y otras innovadoras tecnologías está acelerando el ritmo del cambio, y es posible que el progreso haya pasado de ser un avance lineal en los últimos años a ser exponencial.
De hecho, la economía mundial se está digitalizando a gran velocidad. Las transferencias de datos aportan actualmente 2,8 billones de dólares al PIB mundial (una contribución mayor que el comercio mundial de bienes) y se espera que esta cifra aumente hasta los 11 billones de dólares en 2025.2
Para ilustrar este cambio, el Gráfico 1 muestra cómo el flujo de bienes puede haberse estabilizado en la última década, pero el intercambio de información, en forma de propiedad intelectual (PI) y datos, está aumentando vertiginosamente.
Gráfico 1: El intercambio de PI y datos aumenta a pesar de la ralentización del comercio
El auge de las tecnologías transformadoras, basadas en datos y conocimientos, está estimulando un nuevo darwinismo digital: una supervivencia del más fuerte en la que solo las compañías más preparadas para aprovechar esta tecnología saldrán ganando.3 Esto puede afectar a todas las empresas: ya no se trata de una cuestión exclusiva del sector tecnológico.
Pero el darwinismo digital también se desarrolla a nivel geopolítico a escala mundial, ya que las naciones compiten por la supremacía tecnológica. Podría decirse que, en la relación entre Estados Unidos y China, este problema tiene más importancia que el del comercio. El acceso a los datos, factor determinante para la inteligencia artificial, permite controlar el poder, y se calcula que China generará más datos que Estados Unidos en 2025, por lo que está avanzando a pasos agigantados en este sentido.4 El país también ha creado recientemente una Agencia Nacional de Estadística para desarrollar y proteger sus recursos y emplearlos para promover el crecimiento económico.5
De hecho, la irrupción de China en la escena mundial es uno de los rasgos que definen esta época, en la que despliega tanto su poder económico como su poder de influencia. Considerada en su día la “fábrica del mundo”, China ha entrado en lo que hemos descrito como la tercera fase de su transformación, en la que compite por la influencia mundial al tiempo que aborda los problemas sociales en su propio país y se esfuerza por dominar la tecnología.6 A esta misión, China ofrece una perspectiva a largo plazo que difiere de los ciclos políticos, generalmente de más corto plazo, en los países europeos.
Auge de un mundo “multipolar”
Con el ascenso de China, estamos asistiendo al desarrollo de un mundo multipolar, en el que el dominio del poder no recae en un solo país, sino que se reparte entre varios de ellos. En un mundo así, “una marea creciente levanta todos los barcos” y, por tanto, creemos que el éxito de China será fundamental para la estabilidad global en la próxima década.
Al mismo tiempo, no es de extrañar que algunos países traten de ser más autosuficientes en áreas estratégicas clave como la producción de semiconductores. Dado el carácter crítico de los chips y otros componentes para garantizar el éxito tecnológico, los países están tratando de aumentar la producción interna y reconfigurar las cadenas de suministro para reducir su dependencia de otros países. Como muestra el Gráfico 2, la demanda de semiconductores ha superado históricamente la oferta nacional en los principales países. Estados Unidos destinará 280.000 millones de dólares a la fabricación e investigación de chips en los próximos 10 años7, mientras que China está preparando un programa de apoyo de 145.000 millones de dólares y la Unión Europea ha aprobado su propia Ley de Chips, dotada con 43.000 millones de euros8.
Gráfico 2: Oferta y demanda de semiconductores por regiones en 2021 (%)
Según el asesor de seguridad nacional del Presidente Biden, Jake Sullivan, la relación entre EE.UU. y China se centra más en la igualdad de condiciones que en el enfrentamiento. “Queremos gestionar la competencia de forma responsable y colaborar con China en lo que podamos”, declaró Sullivan en un reciente discurso, tras el anuncio de EE.UU. de nuevos controles a la exportación para impedir que las empresas vendan tecnologías de inteligencia artificial y semiconductores a China.9 En este cambiante orden mundial, Europa se enfrenta a una difícil cuestión: ¿cómo se mantiene alineada con EE.UU. y mantiene al mismo tiempo una buena relación comercial con China?
Las energías renovables en el punto de mira
La energía, y la transición hacia la energía verde, es otro „aspecto“ que preocupa tanto a la economía como a la política exterior. La guerra de Ucrania puso de manifiesto la vulnerabilidad del suministro energético (y de otras materias primas importantes como el trigo), que los países están tratando de resolver tanto individual como bilateralmente.
Mientras tanto, los gobiernos están presentando amplios paquetes de ayudas para garantizar que sus propias compañías nacionales sean las principales beneficiarias de la transición energética. Esto a veces crea tensiones, incluso entre aliados tradicionalmente cercanos, ya que las prioridades económicas y de seguridad nacionales crean fricciones.
A los funcionarios de la Unión Europea, por ejemplo, les preocupa que las elevadas subvenciones de los 437.000 millones de dólares de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense puedan restar recursos y profesionales cualificados a su propia industria de tecnología verde.10 Por ello, se están esforzando en crear su propio paquete de medidas para garantizar que el bloque pueda competir con Estados Unidos y China en el suministro de las materias primas necesarias para la transición verde.11
Por ejemplo, los minerales que se encuentran en las denominadas tierras raras son esenciales para la industria de las energías limpias, y China ocupa una posición dominante tanto en la extracción como en el procesamiento de estos minerales. Hace poco, Australia pidió a sus socios comerciales que diversificaran la producción como “cobertura global” frente a la posición de China, además de firmar acuerdos de cooperación con Japón y Reino Unido sobre el uso de tierras raras12.
Mantener cerca a los aliados y más próximas las cadenas de suministro
En la próxima década, el comercio mundial podría redefinirse según criterios de confianza. La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha denominado a este proceso “friend-shoring”, en contraste con los esfuerzos de “re-shoring” o “near-shoring” de los gobiernos posteriores a la crisis de Corea. En el futuro, Estados Unidos favorecerá a “países de confianza con valores y enfoques comunes sobre cómo operar en la economía global”.
En otras palabras, en la carrera por la influencia se están forjando nuevas alianzas incluso cuando los países expresan una mayor autodeterminación. Al fin y al cabo, el cambio climático es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad y es una cuestión global que requerirá soluciones de colaboración. La reorganización del orden mundial apunta a un periodo de mayor incertidumbre en el que los inversores deberían tratar de entender los cambios de prioridades y alianzas de los principales países.
Navegar por la nueva globalización
A medida que empieza a definirse el nuevo orden mundial, creemos que los inversores tendrán que estar activos e informados en varios aspectos. Además de comprender los acontecimientos y actuar en consecuencia, deberán identificar las oportunidades de inversión que surjan a medida que se intensifique la situación de competencia geoeconómica.
- Garantizar la diversificación: Los inversores tendrán que replantearse la composición de sus carteras para adaptarlas a los esfuerzos de diversificación de compañías y gobiernos. Esto podría significar asignar a segmentos previamente omitidos (por ejemplo, mercados emergentes o tecnologías disruptivas que se están convirtiendo en ganadoras) o considerar la inversión temática para captar las oportunidades que surjan de este auge de la competencia geoeconómica. Un mundo con una forma diferente puede requerir un enfoque distinto a la hora de tomar decisiones de inversión.
- Considerar la sostenibilidad en las carteras: La sostenibilidad se ha convertido en un factor clave para la sociedad pero, además, la inversión sostenible, podría ser uno de los motores de generación de rentabilidad en los próximos años. Ahora que los gobiernos están planeando establecer amplios compromisos de financiación pública, es posible que los inversores puedan “seguir el rastro del dinero” hacia las industrias verdes que se sitúan en el vértice de la transición energética y la geopolítica. El impacto real de estas inversiones será más claro y cuantificable gracias a los avances en la generación y análisis de datos.
- Sacar partido a los datos: La gestión y el análisis de datos son ya clave para navegar en el entorno actual. La prioridad será presentar los datos de forma más ágil y completa, empleando nuevas tecnologías como la IA para extraer datos destinados a nuevos fines. El seguimiento de nuevas métricas, como la cuota de inversión sostenible, será fundamental.
- Test de solidez: Los inversores deben centrarse en la solidez, ya que las ciberamenazas probablemente generarán una mayor vulnerabilidad en diversas partes del sistema. De hecho, el “pensamiento sistémico”, un enfoque que explora cómo los elementos y factores individuales trabajan juntos para dar forma a un resultado, será una habilidad esencial para comprender de forma integral cómo pueden prosperar los países y las empresas. Lo mismo ocurrirá con la cadena de suministro mundial.
1 Davos 2023: un “cóctel” de globalización es el futuro | Foro Económico Mundial (weforum.org).
2 Los Flujos de Datos - CCI - Cámara de Comercio Internacional (iccwbo.org).
3 Más información: Darwinismo digital: la nueva disrupción (allianzgi.com).
4 https://www.cnbc.com/2019/02/14/china-will-create-more-data-than-the-us-by-2025-idc-report.html
5 China acaba de crear la Agencia Nacional de Estadística para explotar los datos en aras del crecimiento económico | MIT Technology Review.
6 Leer más: Fase 3 de China: un nuevo capítulo de su épica historia (allianzgi.com).
7 El Congreso aprueba la Ley de Chips y Ciencia, dotada con 280.000 millones de dólares | Financial Times (ft.com).
8 La UE se enfrenta a Estados Unidos y Asia con un plan de subvenciones a los chips | Reuters.
9 Discurso del Consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan sobre la renovación del liderazgo económico estadounidense en la Brookings Institution | La Casa Blanca.
10 Las verdaderas razones por las que Europa está preocupada por la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. | Institut Montaigne.
11 La UE anuncia planes para liderar la revolución industrial verde | Reuters.
12 Australia quiere impulsar el procesamiento de minerales esenciales para protegerse del dominio chino | Energía | The Guardian.