Capeando los cambios en Asia
La posibilidad de una bajada en los tipos de interés de EE. UU. y el repunte en la demanda de semiconductores, y de otros componentes electrónicos en general, suponen actualmente factores muy favorables para partes de la economía asiática y para muchos mercados bursátiles locales. En ese sentido, en la próxima semana, esperamos que la Reserva Federal (Fed) mantenga los tipos sin cambios, pero que señale la mejora en la inflación de EE. UU. que puede abrir la puerta a tipos más bajos a finales del verano.
No obstante, con los vaivenes de las elecciones presidenciales de EE. UU. que no parecen cesar, miramos hacia el futuro para entender qué podría significar la reelección del expresidente estadounidense Donald Trump para los inversores en los mercados asiáticos, y en qué medida se han descontado estos riesgos.
Creemos que las implicaciones probablemente se canalizarán a través tanto de las cuentas corrientes como de las cuentas de capital y financieras de las economías asiáticas:
- Cuentas corrientes: la propuesta bien difundida de Trump de aumentar los aranceles de importación de EE. UU. sobre los bienes chinos al 60% representaría otro golpe al comercio bilateral entre EE. UU. y China y a las exportaciones de bienes intermedios de los exportadores asiáticos a China. Si se impone otro arancel del 10% a todas las importaciones de EE. UU., el impacto neto sobre el comercio asiático probablemente sería peor. Las economías orientadas a las exportaciones de Asia, como Corea, Taiwán, Singapur y Malasia, probablemente vean debilitada la demanda de sus productos por parte de EE. UU., lo que afectaría a sus flujos de exportación y los ingresos de sus empresas.
- Cuentas de capital y financieras:
(a) Inversiones directas: Trump 2.0 podría acelerar la "reconfiguración" de la cadena de suministro de Asia, bajo la cual los flujos netos de inversión extranjera directa de China se debilitarían. Las economías que se han beneficiado del proceso de "reconfiguración" podrían obtener más ganancias, pero solo si EE.UU. no limita las importaciones de países con alto contenido de bienes intermedios chinos como, por ejemplo, Vietnam o México. Cualquier ampliación de las sanciones comerciales para incluir estos nuevos canales de exportación podría socavar el sentimiento del mercado.
(b) Inversiones de cartera: Vemos dos impactos para los inversores asiáticos. Primero, un efecto negativo directo a medida que la valoración de la bolsa se ajusta a la perspectiva de un comercio reducido y, por lo tanto, un crecimiento más lento de los beneficios; segundo, el posible impacto en la política monetaria de EE. UU. a medida que el impacto doméstico de los aranceles más altos eleve la inflación (por un tiempo) y, por lo tanto, limite la posibilidad de bajadas de tipos por parte de la Fed. Aunque también es posible que se ejerza presión sobre la Fed para que flexibilice su política, la combinación general de factores probablemente limitará a los bancos centrales asiáticos a la hora de flexibilizar las condiciones monetarias, lo que tendría un efecto perjudicial o negativo para los mercados de renta fija locales.
(c) Divisas y depósitos: Las promesas de Trump de reducir los tipos de EE. UU. y debilitar el dólar entran en conflicto con su intención de aumentar drásticamente los aranceles. Por lo tanto, pensamos que los tipos asiáticos probablemente permanecerán elevados, sofocando el crecimiento de la demanda. Las divisas asiáticas también pueden permanecer presionadas, lo que posiblemente genere tensiones en las relaciones políticas si el nuevo gobierno de EE. UU. apunta a un dólar más débil.
Aún no sabemos los giros políticos que tomarán las elecciones de EE. UU., pero estamos atentos a lo que podría hacer que el clima para los inversores asiáticos cambie de las favorables condiciones en las que operan en la actualidad.
Claves de la próxima semana
La próxima semana se centrará principalmente en la reunión de la Fed, los importantes datos del mercado laboral de EE. UU., así como los índices de gestores de compras (PMI) de China.
El martes, la zona euro publicará los índices de confianza económica de julio y una lectura anticipada del crecimiento del producto interno bruto (PIB) del segundo trimestre de 2024. Además, la confianza del consumidor estadounidense podría disminuir.
El miércoles, la Fed tomará su última decisión sobre la política de tipos, donde el mercado espera que no haya cambios en el 5,5%. Sin embargo, parece probable que anuncio de la Fed pueda hacer referencia a mejores noticias sobre la inflación. En contraste, el Banco de Japón, también anunciará su política de tipos, con algunos anticipando la posibilidad de un aumento. Fuera de EE.UU, también estaremos atentos a los principales PMI del sector manufacturero de China y los índices de precios al consumidor de julio para la zona euro.
El jueves, China publicará el PMI del sector manufacturero de Caixin de julio, mientras que la zona euro publicará los datos de desempleo de junio. EE.UU. publicará el número de solicitudes de subsidio al desempleo, así como el Índice de Gestión de Suministros (ISM) del sector manufacturero de julio.
El viernes, EE.UU. publicará sus cifras de empleo, donde el mercado espera que las nóminas no agrícolas de julio aumenten en 175.000 (frente a los 206.000 de junio) y que la tasa de desempleo se mantenga sin cambios en el 4,1%. También veremos los datos sobre los salarios medios por hora de EE.UU. en julio y el crecimiento de los pedidos de fábrica de junio.
Que todos ustedes puedan soportar bien cualquier nuevo conflicto político.
Christiaan TuntonoSenior Economist, Asia Pacific