Resumen
Parece que hemos entrado en un mundo de superlativos, con una sucesión constante de acontecimientos históricos. La aceleración del ciclo de noticias ha hecho que resulte difícil encontrar momentos para la introspección, lo que ha contribuido a camuflar el hecho de que nuestra “nueva normalidad” realmente no es normal.
Parece que hemos entrado en un mundo de superlativos, con una sucesión constante de acontecimientos históricos. En tan solo 24 meses, hemos presenciado la primera pandemia mundial en un siglo, la recesión más profunda de la historia moderna, la inflación más elevada en EE. UU. en 40 años y el peor conflicto europeo en varias generaciones. La aceleración del ciclo de noticias ha hecho que resulte difícil encontrar momentos para la introspección, lo que ha contribuido a camuflar el hecho de que nuestra “nueva normalidad” realmente no es normal.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? Sobre todo, esperamos la paz en Europa. Desde el punto de vista humano, nos enfrentamos a una tragedia desgarradora. Desde el punto de vista económico, el inicio de la paz dejaría tiempo a los responsables políticos de todo el mundo para abordar los desafíos urgentes que afrontamos.
Entre los riesgos económicos se encuentra una inflación galopante. Esto afecta a casi todas las personas, que ven cómo suben sus facturas de alimentación y de calefacción, y que quieren entender cómo repercute la inflación en el crecimiento “real”, los salarios y las rentabilidades de las inversiones. Debido a las subidas de precios en todo el mundo (véase nuestro Gráfico de la semana), el entorno geopolítico actual alimenta las llamas ya existentes, incluyendo el endurecimiento de los mercados laborales y la subida de los costes de la vivienda.
El impacto inicial comienza a definirse y va más allá de la reciente volatilidad de los precios del gas natural y el petróleo. Tengamos en cuenta el hecho de que, conjuntamente, Rusia y Ucrania son responsables casi del 30% de las exportaciones mundiales de trigo y en torno al 12% del comercio mundial de productos básicos agrícolas. Rusia y Ucrania también son grandes productores de gas neón, necesario para los semiconductores, cloruro potásico, necesario para la fertilización de cultivos y aluminio, necesario para las latas de refresco. Esto significa que los precios de las mercancías —que repuntaron durante la pandemia— podrían mantenerse elevados o subir todavía más.
Y esto no es todo. Tal y como hemos mencionado anteriormente, la política “COVID cero” de China amenaza con impulsar una inflación renovada de la cadena de suministros mundial, en caso de que los centros de producción y transporte sufran nuevos cierres. Con el aumento de casos de ómicron en la poblada costa este de China, que comiencen a escasear los productos manufacturados es una posibilidad cada vez más plausible.
Por lo que respecta a los bancos centrales, la propagación de la ola de inflación acelera la necesidad de normalización de la política y aumenta el riesgo de destrucción de la demanda. Si nada cambia, esto significa que los tipos de interés deberían subir, y la Fed acaba de dar un primer paso en esa dirección. Las autoridades monetarias anticipan 150 puntos básicos adicionales de subida para este año y el anuncio del inicio en la reducción del balance en “una próxima reunión”.
Claves de la próxima semana
A pesar de que es posible que la geopolítica protagonice los titulares financieros de todo el mundo, vale la pena tener en cuenta varios informes económicos que se publicarán próximamente. La semana arranca el lunes con nuevos datos de los precios de producción de Alemania (el dato más reciente reveló un +25%), los precios de la vivienda en Reino Unido (+9,5% la última vez) y el índice de actividad económica nacional del Banco de la Reserva Federal de Chicago.
El martes es un día tranquilo en el frente económico, siendo la publicación del índice de indicadores adelantados de Japón la noticia más importante (el dato más reciente reveló una ralentización).
La inflación regresa al punto de mira el miércoles, con los precios de las importaciones de Alemania (+26,9% la última vez), la inflación de los precios al consumo de Reino Unido (+5,5%) y la inflación de los precios de producción de Reino Unido (+13,6%). Por lo que respecta a EE. UU., estaremos pendientes de las ventas de vivienda nueva de febrero y de los informes semanales sobre las reservas de gasolina y petróleo crudo.
El jueves, las manufacturas globales pasarán a primer plano, ya que se espera que los datos de gestores de compras revelen una aceleración de las condiciones en Alemania, así como una ligera ralentización en Reino Unido, Francia y EE. UU.
Entre los principales informes del viernes se incluyen las expectativas para las empresas del Ifo en Alemania y las ventas minoristas en Reino Unido, y se prevé una ralentización en ambos casos. Al otro lado del charco, las estimaciones de consenso muestran que las ventas de vivienda pendientes y el sentimiento del consumidor en EE. UU. se mantienen estables.
Factores técnicos
La situación técnica se ha deteriorado y los indicadores de tendencias muestran una pérdida de impulso generalizado a nivel de índices. Algunos sectores de renta variable han caído más de un 20% desde sus máximos recientes, lo que significa que estos segmentos se ajustan a la definición de un mercado bajista.
Las acciones de la zona euro, en particular, se han visto afectadas por las tensiones geopolíticas. Sin embargo, a pesar de que los inversores a corto plazo se han retirado, parece que el capital institucional mira más allá de la volatilidad.
El aumento del pesimismo de los inversores podría dar paso a una estabilización temporal del mercado, dado que suele representar una señal contraria positiva.
Vaya por el terreno elevado.
Greg Meier Senior US Economist Director
Resumen
La renta variable de Reino Unido lleva una década sin despertar pasiones entre los inversores, pero ¿estamos a punto de presenciar un cambio de tendencia? El reciente repunte en el rendimiento del mercado ha recordado a los inversores que podrían estar perdiéndose oportunidades interesantes en términos de crecimiento y valor.
Aspectos clave
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